Monitorización de la infraestructura del teletrabajo
En la experiencia de usuario del teletrabajo hay varios
factores clave a tener en cuenta:
- Rendimiento del PC de usuario
- Rendimiento y calidad de la conexión a internet del usuario
- Rendimiento y calidad de la conexión de nuestro CPD de la oficina o dónde tengamos los servidores y recursos: esto incluye el ancho de banda y la conexión (ADSL, fibra, etc.) así como el rendimiento de la conexión VPN.
- Rendimiento de los servidores y aplicaciones que utilizan los empleados: ERP, CRM, etc, estén en nuestros servidores o en la nube.
- Si utilizamos software en la nube SaaS, el rendimiento de la conexión con estos, según dónde estén alojados (nube privada o nube proveedor)
Estos puntos representan una cadena en el teletrabajo y, cómo sabemos, la cadena es tan fuerte como su eslabón más débil por lo que cualquier ineficiencia o bajada de rendimiento en alguno de estos puntos implicará necesariamente una mala experiencia de usuario.
Cuando hablamos de experiencia de usuario puede parecer que impacta solamente en lo feliz o infeliz de nuestros teletrabajadores (que también, y es algo muy importante ojo) pero lo más relevante es que es algo que
impacta directamente en la eficiencia y eficacia de su trabajo, en el rendimiento del trabajador.
Esto, naturalmente, es algo que ya sucedía en la oficina, dónde desaparecían de la ecuación la calidad de las conexiones, pero dónde había un elemento clave y seguro que a todos nos suena:
“Oye, va mal el ERP, ¿a alguien más le pasa?”, o comentarlo con la gente de informática en un descanso. En nuestra cabeza en la oficina todo debe ir bien ya que interiorizamos precisamente que dónde suele haber más problemas en las conexiones a internet y al no existir estas todo debería ir como la seda. Además, no nos cuesta nada levantar la cabeza del monitor y preguntar en alto. En nuestra oficina de casa quizá le podamos preguntar al gato, pero como todavía no estamos acostumbrados a utilizar las herramientas de comunicación (chat, etc.), procuramos “no molestar” y, además, achacamos el problema a que nuestros hijos estén viendo Netflix o nuestra pareja descargando algo para su trabajo, no le damos importancia, y no lo reportamos. Consecuencia: si antes tardaba una hora en generar unas compras en el ERP, ahora tardo dos horas.